Equals Pi (1983), de Jean-Michel Basquiat, es una obra intrigante que refleja la singular aproximación del artista al lenguaje, las matemáticas y la crítica social. El título de la obra, Equals Pi, hace referencia a una ecuación matemática en la que intervienen el símbolo igual y el número Pi (π), un número irracional y trascendental que tiene un profundo significado tanto en las matemáticas como en el arte. Basquiat, conocido por su interés por los símbolos, los códigos y la mezcla de disciplinas, utiliza estos elementos para explorar temas como el conocimiento, el poder y la percepción de la realidad.
La obra presenta una figura humana central, como es típico en muchos de los cuadros de Basquiat, que está rodeada de elementos gráficos y símbolos que podrían relacionarse con el arte y la ciencia. La presencia de la palabra «Pi», escrita de forma destacada, y el símbolo matemático del igual, generan un juego visual entre lo abstracto y lo lógico, combinando el lenguaje científico con la expresividad visceral del artista. Al incorporar las matemáticas a su obra, Basquiat también refleja su fascinación por las ideas complejas y por cómo el conocimiento académico puede interactuar con la cultura popular, la historia y la política.
El estilo de Equals Pi sigue siendo característico de Basquiat: un uso libre de la pintura y el dibujo, con trazos agresivos y colores brillantes, que crean una atmósfera de caos controlado. La obra puede interpretarse como una reflexión sobre cómo las estructuras lógicas y racionales, representadas por las matemáticas, coexisten con el desorden y la emoción del mundo humano. Como en otras piezas de su carrera, Basquiat utiliza Equals Pi para desafiar las convenciones y romper las barreras entre las distintas formas de conocimiento y comunicación, invitando al espectador a cuestionarse cómo interpretamos la realidad y las disciplinas que la definen.
No es sólo decoración; es un trozo de historia del arte en neón, que invita a reflexionar sobre el verdadero valor de la sabiduría y la ironía del gorro de zahorí en un mundo hambriento de ilustración.
© Estate of Jean-Michel Basquiat. Licencia de Artestar, Nueva York.
Cada pieza está fabricada con un material flexible de neón, consistente en un tubo de PVC o silicona con luces LED, que se monta sobre un tablero acrílico reciclado. Estos materiales permiten crear letreros de neón realistas, con luces brillantes y colores intensos, que a la vez que son más duraderos, asequibles y sostenibles que el neón tradicional.
La sostenibilidad se toma muy en serio gracias a sus luces LED, que consumen 6 veces menos energía que las luces tradicionales y duran hasta 100.000 horas. Estos neones se fabrican con materiales y packaging 100% reciclados, incluida la eliminación de todo el plástico innecesario.