Originario de Toulouse (Francia), este artista urbano conoció la cultura urbana del grafiti en la década de los 80, época en la que sólo había unos pocos artistas pintando en las calles.
La obra de este artista se caracteriza por el uso de las típicas letras del graffiti tagging, con forma de burbuja, y que en conjunto forman una imagen. Con su trabajo, Tilt nos enseña su debilidad por el arte urbano más auténtico y fetichismo por la tipografía del graffiti más primitivo y a través del cual se formó como artista.
Su formación comienza en las calles, pintando murales y vagones de trenes. A través de sus múltiples viajes por todo el mundo, Tilt puede presumir de tener un gran conocimiento cultural que incorpora a su obra. Durante una estancia de dos años en Nueva York encontró su estilo característico que hace que este artista tenga una marca propia.
Gran defensor del street grafiti, Tilt explora a través de su obra cómo el contexto afecta a este estilo. En 2012 realizó uno de sus trabajos más relevantes para el hotel Au vieux panier en Marsella, diseñando una de sus habitaciones. Dejando la mitad de la habitación pintada con infinidad de tags y graffitis, la otra mitad de la habitación es únicamente en color blanco. El caos en contraste con la blancura y sencillez, representa a esos espacios abandonados existentes en todas las ciudades y que normalmente son rechazados por el público, pero que en otro contexto resultan intrigantes y atractivos.
Tilt también es un gran apasionado de la fotografía, en la cual se introdujo al tener que tomar fotos de sus murales. Dado que las obras urbanas suelen carecer de longevidad es muy normal que los artistas tomen fotos de sus creaciones para poder preservarlas. Es así como comenzó Tilt a interesarse por esta disciplina y de hecho tiene publicados algunos libros con sus fotografías como “PhotoGraffiTiltism” o “Fetish Bubble Girls”.
La obra de este francés se ha expuesto en galerías de todo el mundo, desde Suiza a Singapur, Estados Unidos, Japón o Inglaterra.