El Radiant Baby es una de las imágenes más icónicas y queridas de Keith Haring, que representa a un bebé perfilado con líneas de luz o "rayos" que emanan de su figura, simbolizando la vida, la energía y la pureza. Para Haring, el Radiant Baby era un símbolo de amor y esperanza, una figura que expresaba el comienzo de la vida y el potencial que todo ser humano tiene al nacer. Esta imagen sencilla pero poderosa se convirtió en una especie de firma personal para Haring y apareció en muchas de sus obras, especialmente en los grafitis que hacía en el metro de Nueva York.
El Radiant Baby encarna el estilo característico de Haring: formas claras, líneas gruesas y colores intensos, inspirados en el arte callejero y un lenguaje visual accesible a todos. La imagen del bebé radiante es un símbolo universal de inocencia y energía positiva, elementos que Haring deseaba compartir en un momento en que la sociedad se enfrentaba a problemas de injusticia y discriminación. La imagen puede entenderse como una celebración de la vida y la pureza, y también como una representación de la resistencia y la esperanza ante los retos.
Para Haring, Radiant Baby iba más allá del arte; representaba su compromiso con la humanidad y el bienestar de las generaciones futuras. La figura del bebé fue un símbolo importante en su activismo, especialmente en su lucha por los derechos y el bienestar de los niños y en su labor de concienciación sobre la crisis del VIH/SIDA. En este sentido, Radiant Baby no es sólo una obra visualmente impactante, sino un símbolo de las creencias y el legado de Haring: un mensaje de amor, vida y resiliencia que sigue resonando hasta nuestros días.
El tubo flexible de LED es seguro y respetuoso con el medio ambiente. Ajusta la luz a la hora del día con la luminosidad regulable.
©Keith Haring Foundation. Licencia de Artestar, Nueva York.
Cada pieza está fabricada con un material flexible de neón, consistente en un tubo de PVC o silicona con luces LED, que se monta sobre un tablero acrílico reciclado. Estos materiales permiten crear letreros de neón realistas, con luces brillantes y colores intensos, que a la vez que son más duraderos, asequibles y sostenibles que el neón tradicional.
La sostenibilidad se toma muy en serio gracias a sus luces LED, que consumen 6 veces menos energía que las luces tradicionales y duran hasta 100.000 horas. Estos neones se fabrican con materiales y packaging 100% reciclados, incluida la eliminación de todo el plástico innecesario.