Sobre Yves Klein:
Yes Klein nació el 28 de abril de 1928 en el sur de Francia y creció cerca de Niza. Hijo de Fred Klein y Marie Raymond, ambos pintores, Yves Klein fue un artista autodidacta.
El trabajo de Klein está marcado por tres “hitos”. Su Sinfonía Montona, sus cuadros monocromos de azul ultramarino y su Salto al Vacío. El hecho de crecer en un hogar cuyos progenitores eran pintores y en la que se celebraban debates artísticos recurrentes con la asistencia de otros pintores amigos de sus padres, hizo que Klein quisiera superar las barreras del arte y la pintura convencional. .
Su deseo de capturar el vacío tenía ciertos elementos vanguardistas que sin duda pretendían dotar a la ocasión de un toque absurdo. Sin embargo, estos aspectos ocultaban un razonamiento profundamente serio. Klein pasó la mayor parte de su carrera buscando una expresión estética del "vacío”. Ahondaba en el concepto de la totalidad de las cosas, que al ser tan vasta se vuelve vacía, una cualidad similar a la del cielo o el océano.
Sobre esta idea, Yves Klein liberó el color de la jaula que representa el trazo a través de sus lienzos monocromos, que en un comienzo eran de diversos colores, pero que acabaron por simplificarse aún más y sólo los realizaría en lo que acabaría siendo el famoso IKB (International Klein Blue).
En 1962 fallecería súbitamente dejando un legado artístico que pasaría a la historia del arte contemporáneo.
Para saber más acerca de la obra de Yves Klein, puedes consultar este post.
Sobre François Pompon:
François Pompon nació el 9 de mayo de 1855, en Saulieu, en la Borgoña francesa. Su padre, que era ebanista, le enseñó su oficio y le buscó su primer trabajo con un marmolista local, el cual le enseñó a tallar la piedra antes de comenzar sus estudios en la École des Beaux-Arts de Dijon. Allí estudió arquitectura y escultura con François Dameron y los rudimentos del grabado con Célestin Nanteuil.
En 1874, después de ser galardonado con un premio local, François Pompon se marchó a París donde continuó aprendiendo y viviendo de su oficio. Se instaló en la Rue Campagne-Premiére, en el barrio de Montparnasse. Durante esta época Pompon establecería relaciones con los promotores que transformaron París en tiempos de Napoleón III, lo que le permitiría perfeccionar su técnica realizando figuras decorativas para las fachadas y cariátides del Hôtel de Ville, incendiado durante la Comuna de París. Mientras tanto, por la tarde asistía a la Escuela Nacional de Artes Decorativas, donde estudió con Aimé Millet y Caillé y donde conoció a Pierre-Louis Rouillard, un escultor de figuras de animales que se convertiría en una gran fuente de inspiración.
En 1882 se casó con Berthe Valain, la cual, al igual que su madre, trabajaba como modista. En esta época intentaba ser independiente y crear su propia obra. Aunque su primera gran escultura Cosette llamó la atención del jurado del salón, una carrera artística como escultor parece aún lejana.
A partir de 1896 empieza a colaborar mucho con Renée de Saint-Marceaux, un famoso escultor de la época. Pompon hace esto hasta la muerte de Marecaux en 1915. Presionado por su actividad comercial, rara vez tenía tiempo suficiente para esculpir el rostro humano, aunque ha dejado algunas figuras, entre ellas un retrato de su esposa. Durante esta época, François Pompon seguiría buscando su propio estilo, en el que juega un papel importante su preferencia por esculpir al aire libre. Para ello, desarrolló una ingeniosa unidad móvil de escultura. De esa época datan su Grand Cerf (Gran Ciervo) y su Pelican (Pelícano).
Su talento fue descubierto por Antonin Mercié, autor del Gloria Victis, del que sería ayudante antes de trabajar para Alexandre Falguière y, finalmente, para Auguste Rodin. A los tres años de trabajar con Rodin se convirtió jefe de taller, puesto que ocuparía durante los siguientes 15 años.
Su pertenencia a la Bande à Schnegg, un grupo de escultores vinculados al taller de Rodin, tiene también una gran influencia. Colectivamente, buscaban nuevas formas estilizadas basadas en la serenidad monumental de la escultura clásica. En la obra de Pompon, la forma ocupa un lugar secundario con respecto a la luz, que Pompon resalta a través del acabado de las superficies. Incapaz de plasmar la blancura que tanto le había impresionado en un ganso, Pompón jugó con los relieves del ave, haciéndoles perder profundidad y logrando un equilibrio entre color y sombras dictado por la luz. "Me gusta la escultura sin huecos ni sombras”.
Durante su época con Rodin, Pompon comienza a centrarse cada vez más en las figuras de animales, aunque su trabajo sigue sin ser apreciado, por lo que atraviesa una mala racha. No es hasta 1919 cuando su obra empieza a suscitar mas interés. Su reconocimiento le llegaría a sus 67 años gracias a su l'Ours Blanche (Oso Polar), el cual se exhibe en el Salon d'Automne en 1922. Le Taureau (El Toro), encargado por la ciudad de París, sería su última obra.
En su testamento, François Pompon donó al Estado francés sus 300 obras, que primero se conservaron en el Museo Pompon del Jardín Botánico de París y posteriormente fueron trasladadas al Palacio de los Duques de Borgoña, donde se encuentra el Museo de Bellas Artes de Dijon.