Otto Schade, también conocido como “Osch”, es un artista chileno de ascendencia alemana. Nacido en 1971, comienza su formación profesional estudiando arquitectura en la Universidad del Bío Bío de Concepción. En esta ciudad chilena es donde adquiere su título y comienza a trabajar en importantes estudios de arquitectura y a participar en grandes proyectos.

Su pasión por las bellas artes le hace abandonar su carrera como arquitecto para centrarse en la pintura y la escultura, a las que se dedica plenamente desde 1996. Ha realizado múltiples exposiciones en solitario por todo el mundo, desde su Chile natal hasta Alemania, Estados Unidos, Japón, Hong Kong, Holanda, Rusia, Francia o Inglaterra.

El trabajo de Otto Schade tiene gran influencia de movimientos tan dispares como la abstracción, el surrealismo, el pop art o el graffiti. Algunas de sus obras, basadas en diseños formados con cintas, tienen un importante componente surrealista que se aprecia rápidamente.

Su estilo se caracteriza por ser limpio, definido y detallado. Además posee un gran dominio del color y las sombras. Otto Shade tiene un amplio conocimiento técnico y esto le permite plasmar su trabajo utilizando desde los medios más tradicionales como el óleo o el acrílico sobre lienzo o papel hasta la pintura en spray y el stencil sobre grandes murales.

Actualmente Otto Schade reside en Londres y muchas de sus obras son de visita obligada para todo aquel que se haga un tour de arte urbano por la capital inglesa. Quizás, su mural “The Kiss” sea el más relevante, pues fue el primero que atrajo la atención del público hacia el trabajo de este artista. Además, esta obra es de las primeras que se realizaron en el entonces decadente distrito obrero de Shoreditch, el cuál es hoy en día el epicentro de las últimas tendencias en diseño y cultura.

Al igual que muchos artistas urbanos, un buen número de sus obras tiene connotaciones políticas. Según el propio artista, cuya infancia se vio profundamente influida por el régimen dictatorial de Pinochet, creando obras en los muros tiene la posibilidad de alcanzar a las masas y transmitirnos un mensaje con el que hacernos pensar y reflexionar acerca de algo que, él considera, no funciona bien.