Oscar Oiwa es un artista de origen japonés nacido en Brasil en 1965. Completó su titulación en Bellas Artes en la Escuela de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Sao Paulo en 1989 y una vez terminados sus estudios en 1991, se trasladó a Tokio. Después de pasar allí más de una década obtuvo la beca Guggenheim en 2002 y desde entonces su residencia permanente está en Nueva York.
Obtuvo su primera exposición individual cuando aún era un estudiante y poco más tarde participó en la Bienal de Sao Paulo en 1991. Ha realizado cerca de 60 exposiciones en solitario por todo el mundo desde 1990, principalmente en museos de Japón.
Su obra es una clara representación del intercambio cultural y la globalización de nuestros días, pues contiene herencias de la cultura tradicional japonesa y del manga o el cómic más contemporáneo, pero también hay una presencia evidente del impresionismo occidental, la construcción masiva de las grandes capitales del mundo e incluso elementos del cine de ciencia ficción. Por todo ello, la obra de Oiwa es un retrato de la realidad actual observada desde los múltiples puntos de vista que conforman el mundo creado por este artista.
Cabe resaltar un aspecto característico de la obra de Oscar Oiwa, resultado de la influencia directa de la literatura sudamericana de escritores como García Márquez o Isabel Allende; la descripción meticulosa de los elementos que conforman cada obra, unos realistas y otros rozando lo fantástico fluyen en armonía y, como en las obras de éstos escritores, lo posible y lo inexplicable coexisten de una forma natural e inesperada.