James Rosenquist nació el 29 de noviembre de 1933 en Grand Forks, Dakota del Norte, EE.UU. Creció en una familia de clase trabajadora y desde joven tuvo un gran interés por el arte. A los 16 años, comenzó a estudiar en el Instituto de Arte de Minneapolis, pero tuvo que abandonar los estudios debido a la falta de recursos económicos.
Después de dejar la escuela, Rosenquist se trasladó a Nueva York, donde comenzó a trabajar como pintor de carteles para poder mantenerse. Durante este tiempo, también estudió en la Art Students League de Nueva York, donde recibió clases de dibujo y pintura.
A finales de la década de 1950, Rosenquist comenzó a trabajar en su propio estudio y a crear su propio arte. Al principio, sus obras eran de estilo abstracto y expresionista, pero luego comenzó a incorporar elementos de la publicidad y la cultura popular en sus trabajos. A medida que fue desarrollando su estilo, Rosenquist se convirtió en uno de los miembros fundadores del movimiento del arte pop.
En la década de 1960, Rosenquist comenzó a crear grandes collages y pinturas que combinaban elementos de la publicidad y la cultura popular con la pintura tradicional. Una de sus obras más famosas es "F-111" (1965), un mural compuesto por 23 paneles que mide más de 20 metros de largo. Esta obra representa un avión militar estadounidense rodeado de elementos de la cultura popular, tomados de la publicidad de grandes marcas, como por ejempl,o de alimentos procesados.
En 1962, Rosenquist tuvo su primera exposición individual en la Galería Green en Nueva York. Desde entonces, su obra ha sido objeto de numerosas exhibiciones por todo el mundo, incluyendo retrospectivas en el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York en 1972, el Centro Georges Pompidou en París en 1994 y el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2003.
A lo largo de su carrera, Rosenquist también trabajó en otros campos como el cine o la escultura. En la década de 1960, creó varias películas experimentales y colaboró con otros artistas como Claes Oldenburg y Robert Rauschenberg en la creación de esculturas monumentales.
Rosenquist también fue un defensor activo de las causas políticas y sociales. En la década de 1970, trabajó con el Art Workers Coalition para mejorar las condiciones laborales de los artistas y luchar por la igualdad en el mundo del arte.
James Rosenquist falleció el 31 de marzo de 2017 a los 83 años en su casa de Nueva York. A lo largo de su carrera, dejó un legado significativo en la historia del pop art y su obra es sigue siendo inmensamente apreciada por los amantes del arte de todo el mundo.