Golden Lipstick de Tom Wesselmann es una obra que refleja su exploración de la sensualidad y el atractivo visual a través de la representación de elementos faciales femeninos, en este caso, los labios y el acto de pintarse los labios. En esta pieza, Wesselmann utiliza un pintalabios dorado, un color inusual que llama la atención y enfatiza el glamour y la sofisticación, alejándose del clásico rojo intenso que solía utilizar en otras obras. El oro aporta un aire de lujo y exclusividad, elevando el gesto cotidiano de pintarse los labios a una escena glamurosa y llamativa.
La obra enfatiza el simbolismo de la belleza femenina y la seducción, con los labios convertidos en emblema del deseo, un tema que Wesselmann abordó en muchas de sus obras de la serie Mouth. Al aislar y magnificar este detalle en un estilo pop-art, pone de relieve la fascinación cultural por el ideal de belleza femenina, reflejando cómo los medios de comunicación y la publicidad han elevado ciertos gestos y elementos estéticos al nivel de iconos.
Golden Lipstick también representa la habilidad de Wesselmann para simplificar y reducir los elementos visuales a sus formas más reconocibles y atractivas. Sus colores saturados y su estilo directo y gráfico hacen que la obra sea accesible e inmediatamente impactante, señas de identidad de su estilo pop. En este sentido, Golden Lipstick es tanto un comentario sobre la estética y el deseo como una celebración de la imagen femenina en su forma más icónica y estilizada.
El tubo flexible de LED es seguro y respetuoso con el medio ambiente. Ajusta la luz a la hora del día con la luminosidad regulable.
©Estado de Tom Wesselmann. Licencia de Artestar, Nueva York.
Cada pieza está fabricada con un material flexible de neón, consistente en un tubo de PVC o silicona con luces LED, que se monta sobre un tablero acrílico reciclado. Estos materiales permiten crear letreros de neón realistas, con luces brillantes y colores intensos, que a la vez que son más duraderos, asequibles y sostenibles que el neón tradicional.
La sostenibilidad se toma muy en serio gracias a sus luces LED, que consumen 6 veces menos energía que las luces tradicionales y duran hasta 100.000 horas. Estos neones se fabrican con materiales y packaging 100% reciclados, incluida la eliminación de todo el plástico innecesario.