Flying Man de Keith Haring es una figura dinámica que representa a un hombre en posición de vuelo, con los brazos extendidos y líneas de movimiento que sugieren velocidad y libertad. Esta obra encarna la búsqueda de la trascendencia y el poder humano, temas recurrentes en la obra de Haring. Con Flying Man, Haring explora la idea de ir más allá de las limitaciones físicas y sociales, plasmando un estado de movimiento y empoderamiento.
Con líneas gruesas y una figura contorneada, el estilo sencillo de Flying Man lo hace universal y comprensible para cualquier espectador. La figura parece llena de energía, con una sensación de velocidad y acción que resalta su simbolismo de trascendencia y desafío. Esta obra también expresa la capacidad humana de soñar y aspirar a la libertad, cualidades que Haring valoraba profundamente.
Dentro de la obra de Haring, el Flying Man destaca como símbolo de empoderamiento y superación personal, temas que el artista apoyó en su vida y en su arte. La figura refleja su ideal de libertad y resistencia frente a las barreras, enviando un mensaje inspirador que sigue siendo relevante hoy en día.
El tubo flexible de LED es seguro y respetuoso con el medio ambiente. Ajusta la luz a la hora del día con la luminosidad regulable.
© Fundación Keith Haring. Licencia de Artestar, Nueva York.
Cada pieza está fabricada con un material flexible de neón, consistente en un tubo de PVC o silicona con luces LED, que se monta sobre un tablero acrílico reciclado. Estos materiales permiten crear letreros de neón realistas, con luces brillantes y colores intensos, que a la vez que son más duraderos, asequibles y sostenibles que el neón tradicional.
La sostenibilidad se toma muy en serio gracias a sus luces LED, que consumen 6 veces menos energía que las luces tradicionales y duran hasta 100.000 horas. Estos neones se fabrican con materiales y packaging 100% reciclados, incluida la eliminación de todo el plástico innecesario.