El Universo de Takahi Murakami (parte 2)
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Kaikai y Kiki
Aquellos que conocen bien el arte de Takashi Murakami sabrán que KaiKai & Kiki es el nombre de su estudio. En él Murakami produce sus obras y promociona a muchos otros artistas.
Pero Kaikai y Kiki son mucho más que una marca. Estos dos personajes, que generalmente aparecen juntos, fueron creados casi por casualidad y hoy en día se han convertido en dos de los grandes iconos del artista. La gran pregunta: ¿quién es Kaikai y quién es Kiki? Kaikai es presumiblemente un niño/a disfrazado de conejo blanco. Kiki, viste de rosa, tiene tres ojos y un par de colmillos. En realidad, si se sabe leer japonés está muy claro, ¡cada uno lleva su nombre escrito en las orejas! Esta idea nace del propio Mr. DOB, que también tiene su nombre escrito en su figura.
El nombre de estos personajes tiene un único origen, la palabra “kaikaikiki”. Ésta se utilizó a finales del siglo XVI para describir las obras del pintor japonés Kanô Eitoku, de las cuales se decía que eran muy potentes pero a la vez cargadas de sensibilidad. En el libro “Murakami Ego” escrito por Skira Rizzoli se habla de dos significados diferentes para esta expresión ya que existe tanto en chino como en japonés, pero no tiene el mismo sentido en ambas lenguas. En japonés, “kaikaikiki” es un adjetivo que se utiliza para describir algo que es desconcertante, extraño y que puede causar miedo e incertidumbre. Sin embargo, cuando se utiliza “kaikaikiki” en chino, es para resaltar el valor, el poder y la extrema sensibilidad del sujeto.
Lo cierto es que la razón principal de Takashi Murakami para poner estos nombres a este par de personajes es que, simplemente, suenan bien, aunque entendemos que existe un simbolismo entre ellos que no es tan casual.
Kaikai y Kiki suelen ir juntos ya que se complementan. Al igual que Jekyll y Hyde, el jing y el jang o el alpha y el omega, estos dos personajes aparecen normalmente en una disposición muy particular: Kaikai se encuentra a la izquierda y con la boca cerrada. Kiki, por lo tanto, está situado a la derecha de su compañero/a y tiene la boca abierta. Sintámonos pues, un poco más cerca del sintoísmo.
Como ya hemos mencionado anteriormente, Takashi Murakami hace referencia a su cultura constantemente, y para ello recurre a diversos personajes, como Kaikai y Kiki. En los santuarios sintoístas (religión autóctona de Japón) es frecuente encontrar dos figuras con forma de león-perro que protegen su entrada llamadas komainu. Estas dos figuras están directamente relacionadas con los karajishi de origen chino que encontramos en los templos budistas y de los cuales ya hablamos en nuestro artículo “Takashi Murakami: La leyenda del karajishi”. Estos komainu, siempre van en pareja y uno tiene la boca abierta, en referencia a la primera letra del alfabeto japonés “ah” y el otro la boca cerrada como pronunciando la última letra “un”. Estos dos sonidos representan el comienzo y el fin de las cosas, la vida y la muerte, temas igual de recurrentes en el trabajo de este artista.
Hoy en día, Kaikai y Kiki son para Takashi Murakami sus propios dioses del arte y a través de ellos persigue una constante búsqueda de la belleza. Kaikai y Kiki, que no siempre tienen las connotaciones culturales mencionadas en el párrafo anterior, adquieren diversos roles que acercan al espectador al propio artista. Kaikai es dulce e inocente y Kiki alocado y travieso. Es más que plausible la idea de que estos dos personajes representen la conciencia de Murakami en muchos de sus trabajos, así pues, debemos de prestar especial atención a su actitud, disposición y número dentro de la imagen en la que se encuentren.
Echa un vistazo a El Universo de Takashi Murakami (parte 1) si no lo has hecho todavía!
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